El entorno KDE tiene un concepto de escritorio diferente al resto, y un ejemplo de ello es el plasmoide que por defecto aparece mostrando la vista de carpeta. Este artículo va dedicado a los usuarios acostumbrados a ver iconos en el escritorio, y que no saben cómo manejarse con esa especie de explorador de archivos (como yo).
El proceso es simple, pero si no sabes por dónde buscar no lo encontrarás. Dirígete al escritorio, haz clic derecho en él y selecciona "Preferencias de Actividad Escritorio". En esa ventana dirígete a la pestaña Actividad para cambiar "Tipo: Escritorio" por "Tipo: Vista de carpeta". ¡Y listo! Ya sólo te queda añadir los iconos que quieras al escritorio.

Con este tipo de vista, habrás visto que puedes seguir usando plasmoides (widgets), así que el cambio no afecta a la eficiencia del escritorio en gran manera.